¡Bienvenidos al blog de Milbby! Como sabéis, nos hemos estrenado por aquí gracias al equipazo que forman el DT de Milbby Scrap. Estamos muy ilusionados y teníamos muchísimas ganas de generar contenido para vosotros. En este caso, el mérito es de ellas, que lo están dando todo para prepararos proyectos bien chulos. Estad atentos a las redes porque no solo harán contenido para el blog, sino que también tendremos otros materiales en Instagram y Facebook.
Hoy se estrena nuestra querida Cristina, más conocida como Kurisu, una diseñadora gráfica, ingeniera y crafter arrolladora. Mirad qué bonita cubierta mix media ha hecho para un cuaderno:
En primer lugar os dejamos los materiales que ha utilizado:
Materiales:
- Pasta textura Blanco Carrotcake
- Gesso Blanco Extrafino Artis Dayka
- Caja Acuarelas Tonos Brillantes Jane Davenport
- Tinta Stazon Jet Black
- Pintura acrílica carrot cake vallejo Peaceful White y Carbon Black
- Dos sellos acrílicos: Uno de letras y otro de mariposas
- Pistola de calor o secador
- Plantilla de stencil
- Espátula o tarjeta vieja
- Pinceles plano y redondo
- Paletilla para mezclar colores
- Barniz en spray (opcional)
- Washi tape (opcional)
Y a continuación el paso a paso:
Primero, protegemos el cuaderno interior y la goma con papel y cinta washi tape o de pintor para no mancharlo.
Después, ponemos dos o tres capas de gesso cubriendo bien la tapa para no dejar ningún hueco blanco. Hay que dejar secar entre capas. Puedes utilizar un secador o una pistola de calor. Si utilizas una pistola de calor, ten cuidado de no sobrecalentar el gesso o de lo contrario te saldrán burbujas.
Una vez tenemos el gesso completamente seco, utilizamos los colores en acuarela que nos gusten para pintar el fondo de nuestro cuaderno. Ten cuidado de no mezclar muchos colores o te quedará marrón. Puedes utilizar un pincel redondo o plano, dependiendo de tus preferencias.
Una vez secos, aplicamos un sello que nos guste con la tinta stazon. A mí me gusta que el motivo del sello se repita por toda la superficie y no me importa que no esté todo marcado. Deja hueco para estampar con otro sello más tarde. Yo primero he estampado con el sello de letras, pero puedes hacerlo al revés.
Aquí podemos añadir un poquito de dimensionalidad añadiendo una capita de gesso muy fina con un pincel plano y seco. Moja sólo la punta del pincel y da ligeras pinceladas largas de arriba a abajo para que tenga el típico aspecto “decapé”.
Dejamos secar muy bien esta capa y ahora estamparemos con el otro sello. En mi caso es el de mariposas. Me gusta estampar en todas las direcciones para que el patrón sea más divertido.
En el siguiente paso, vamos a añadir otra capa de gesso muy fina como la que hemos dado antes de poner el último sello. El motivo de separar con gesso es para añadir volumen a la obra. Podríamos poner todos los sellos juntos pero entonces quedaría todo muy “pegado”.
Cuando se seque el gesso, puedes añadirle un poquito de color con acuarelas otra vez. Secamos y añadimos un poco de barniz mate o fijador.
Llegados a este punto, utilizaremos una plantilla de stencil para repetir el motivo en varios puntos de nuestra tapa. Para que tu plantilla no se mueva, puedes añadirle pegamento en spray por detrás o un poquito de washitape que la sujete a la base. Aplica un poco de pasta de relieve en tu espátula o en tu tarjeta vieja y úntala contra la superficie en la que tienes colocada la plantilla. Intenta que la plantilla no se mueva y extiende muy bien la pasta para que no queden protuberancias.
Ya sólo nos queda darle unos toques finales: dejamos secar muy bien la pasta. Con tus acuarelas, pinta muy ligeramente algunas zonas del relieve que has hecho previamente. Intenta no cubrirlo totalmente, dejando parte de los motivos en blanco para dar sensación de tridimensionalidad. Deja secar.
Una vez hecho esto, ¡vamos con los salpicones! Pon un poco de pintura blanca en tu paleta de colores y añádele una pizca de agua. Tiene que quedar más fluido que normalmente pero no completamente líquido. Haz lo mismo para el negro. Moja el pincel primero en un color, por ejemplo, el blanco, y ten cuidado de no manchar ninguna cosa (¡cubre todo primero!). Ahora sacude el pincel hacia la tapa del cuaderno sin llegar a tocarlo directamente con el pincel. Te quedarán unos salpicones chulísimos. Prueba distintas direcciones. Repite el mismo proceso para el otro color y deja secar.
Y ahora, si quieres, puedes añadir otra capita muy ligera de gesso y darle en algunos puntos concretos un pequeño salpicado para que te quede ese aspecto tan fresco y chic.
Por último, para proteger la libreta, utiliza el barniz en spray. Yo he utilizado un barniz mate, pero puedes usar uno con acabado satinado o brillante. El motivo de que el barniz sea en spray, es para evitar que la pintura se “mueva” del sitio. Si esto no te importa, entonces utiliza un barniz líquido en su lugar. Tendrás que aplicar varias capas y dejar secar entre ellas.